miércoles, 1 de agosto de 2012

FASHION IS THE NEW RELIGION

“La religión no es otra cosa que el
reflejo fantástico que proyectan en la 
cabeza de los hombres aquellas fuerzas
externas que gobiernan su vida diaria, 
un reflejo en que las fuerzas terrenales 
revisten la forma de poderes 
sobrenaturales”.
Friedrich Engels.
Era un domingo cualquiera de mediados de julio. El sol azotaba fuertemente la ciudad de Madrid. El barrio de Salamanca estaba vacío y silencioso, tan sólo los maniquíes ataviados con sus prendas más lujosas, nos miraban al pasar. Tenía la obligación de acudir a aquel templo para cumplir con mi ritual, para profesar mi fe.
Por fín llegamos a nuestro destino. Algunas jóvenes parroquianas se agolpaban en la entrada, otras se retrataban con las piernas cruzadas en el Photocall. He de advertiros de algo por si no os habéis percatado sobre esta postura, una de dos: o sales monísima de la muerte o parece que te urge encontrar un cuarto de baño.
Entramos en el templo en el cual se exponían los objetos de culto. La capilla estaba presidida por un cuadro de Rubens y los tocados colocados sobre unos pilares como si fuesen imágenes de santos, estaban rodeados de velas. Por fin, una capilla servía para algo útil, pensé, y me llamó la atención ver algo así en un barrio tan conservador y por lo tanto religioso y no pude evitar exclamar:

Pero antes de nada me gustaría que conocierais a Philip Treacy, uno de los grandes dioses de la moda. Philip empezó a coser a la edad de cinco años en el pueblo de Ahascragh, en el Condado de Galway, Irlanda. Sus primeras clientas fueron las muñecas de su hermana. Graduado en el  National Colllege of Art & Design de Dublin, Treacy recibió en 1988 una beca para estudiar en el Royal College of Art. El diseño de sombreros empezó como un hobby para acompañar la ropa que diseñaba en la universidad. Pero llegó a un punto de su carrera en el que le interesaban más los sombreros que el vestir, y decidió hacer sus prácticas con el conocido creador Stephen Jones. Pero la gran oportunidad de Philip Treacy llegó en 1989 al conocer a Isabella Blow, quien era en ese entonces la editora de moda de la revista Tatler. Con la ayuda de Blow, Treacy montó su primer taller que le abriría las puertas para trabajar con diseñadores como Karl Lagerfeld, Helmut Lang, Versace y Alexander McQueen. En 1994 abrió su propia tienda de sombreros, marcando un hito en la industria de la moda inglesa. Desde entonces ha diseñado tocados y pamelas para la flor y nata mundial. Tiene entre sus clientas a actrices como: 
                                                                             Sarah Jessica Parker 
                                                                               y Elizabeth Taylor.
                                                                               A cantantes como 
                                                                                      Grace Jones, 
                                                                                         Madonna 
                                                                                       y Lady Gaga.
                                                                                A celebridades como 
                                                                                  Dita von Teese
y a personas de la realeza como Camila Parker, la princesa Catherine Middleton, Marie-Chantal Miller, la Reina Isabel II de Inglaterra, Lady Di, Sarah Ferguson y sus hijas Beatriz y Eugenia.
Beatriz causó un gran revuelo con este tocado en la boda de boda real de Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra, ya que no gustó mucho, finalmente lo subastó por Ebay y el dinero lo donó a Unicef.

Me parece que, más que un sombrerero, Philip Treacy es un escultor. Posee dos cualidades como creador que me encantan, la imaginación y el sentido del humor. Él trabaja con materiales muy diferentes: plumas de ganso, terciopelo, flores, seda, cristales de swarovski y tejidos impresos con tecnología 3D. Algunos de sus tocados son muy extravagantes y otros no lo son tanto, pero siempre poseen una ejecución perfecta y un dominio de las proporciones y de la técnica asombrosa. A mí hay algunos que no me gustan demasiado, pero otros me parecen verdaderas obras de arte. También me encanta su sentido del humor y la utilización de la moda de una manera teatral. Como lo hacía Isabella Blow, ella es una persona clave en esta historia y por eso me gustaría dedicarle especial atención. Isabella descubrió a Alexander McQueen y a top models como a Sophie Dahl y a Stella Tenant, conoció el trabajo de Philip Treacy porque él llevó uno de sus tocados a la revista donde Isabella trabajaba. Ella, al darse cuenta de su gran talento, lo llevó a vivir a su apartamento ya que pensó que allí él podía tranquilamente preparar sus colecciones sin preocuparse de qué comer o dónde dormir. Isabella, quien siempre se sintió fea, usaba los sombreros de Treacy un poco como máscara y otro tanto como escudo. Ella encarna lo que para mí es la moda, mi manera personal de concebirla. Sin duda Isabella valoraba la parte artística y más extravagante de la moda ya que en una entrevista dijo, con respecto a los tocados que se habían ya convertido en su sello: “Los llevo para evitar que la gente me bese al saludarme, no quiero que me bese cualquiera, sólo quienes yo quiero que me besen”. Fue directora de moda de Tattler, la revista de moda y aristócratas más destacada en el Reino Unido, y sin duda una de las personas más influyentes en la historia de la moda. Isabella tenía algo inusual en la moda: un gran corazón. Su dilema era que trabajaba en el negocio de la moda, pero estaba más interesada en la moda que en el negocio. Ella vivía por el arte y el drama de la moda. Creía en el talento, sin importarle de donde venía el creador. En el año 2007 se quitó la vida, pero su existencia ha transcendido, sin ella el mundo de la moda no sería lo mismo.
Isabella Blow con un tocado de Philip Treacy.

En la exposición situada en Madrid se pudieron ver 30 piezas de Philip Treacy.
Aquí tenéis las fotos de algunas de ellas. Podéis observar, criticar, babear o lo que buenamente os plazca:



Encargado por Lady Gaga para actuar en un programa de Jonathan Ross.

En su viaje al Jardín Botánico de Singapur, Philip vió por primera vez las Orquídeas Durmientes Asiáticas.
Philip al verlas pensó en si podría emular la naturaleza, el resultado es asombroso. 



Lady Gaga usó este tocado en 2012.

Seda impresa con un lunar de cristal de Swarovski. Usado en muchas ocasiones por Isabella Blow.

Tocado impreso al láser sobre seda. Naomi Campbelllo usó en una portada de la revista I- D Magazine.

 Seda impresa al láser con pendiente de diamante. Isabella Blow llevó este tocado cuando le invitaron a ver a jugar a  David Beckham en Old Trafford. Al conocer a David Isabella exclamó: «David, te presento a David». 



Philip Treacy y Alexander McQueen diseñaron este tocado. Isabella Blow fue la responsable de la unión de estos dos talentos. Con este tocado le rindieron homenaje en 2008, un año después de su muerte.

Estos fueron algunos de los tocados expuestos.
Pero hay más, husmeando por ahí he encontrado otros geniales:




Por si esto no fuera poco, durante mi visita a este templo de la moda me encontré con dos ilustres feligreses que habían acudido a rendir tributo al gran Philip Treacy: Eva Sánchez y Roberto Quagliata, diseñadores de tocados de Vintage Waves, quienes han diseñado tocados para Alma Aguilar, entre otras. 
Estos son algunos de sus tocados más impresionantes: 



Y después de tanto arte nos fuimos a brindar por la moda, Gin Tonic en mano. 

                 ¡Dios ha muerto!, ¡viva la moda! 

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